sábado, 19 de febrero de 2011

Por fin llegará ese momento que tanto había esperado. No sé si tú piensas en ese momento tanto como yo, pero mi cabeza no para de pensar en nuestro encuentro. Yo llegaré antes, como de costumbre. Odio ser puntual, pero así soy. Te esperaré sentada en esas escaeras, me moriré de nervios, seguramente me encontraras mordiéndome las uñas y mirando al movil de forma inquieta. Tú llegarás tarde, como siempre sueles llegar. La verdad es que no sé exactamente que es lo que me gusta de ti; tienes unos simples ojos marrones, tienes los rasgos normales. No tienes un pelo especialmente bonito, tu pelo no brilla con el sol. Tu personalidad a veces es tan cortante que normalmente me hace sufrir y enfadarme, pero tienes una mirada tan penetrante que aunque los demás no consiguen apreciarlo como yo, hacen que me desenfade al instante, o quizás sin siquiera mirarme, solamente con hacer una de esas cosas que me encanta que hagas, aunque tu no lo sepas. Tú eres el único que dicta mi estado de ánimo, todo lo que pienso y hago va alrededor de tí, cualquier cosa que hago la hago pensando en tí, Ya sé que no te gusta, que esto solo nos traerá problemas, que prefieres que te olvide, pero sé perfectamente que te mueres tanto como yo por reencontrarte conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario